¿Si?, ¿No?, ¿No lo sabes?… Quizá la pregunta correcta sería:
¿Puedes ser Auxiliar de Enfermería?
A menudo en nuestro entorno profesional tanto en el sanitario como en el formativo nos encontramos compañeros y alumnos que no saben por qué están trabajando como Auxiliares de Enfermería.
Esta profesión es muy importante y no lo decimos porque sea nuestro trabajo lo decimos porque sois o seréis la base donde se apoyarán el resto de profesionales aunque no os lo parezca.
El Auxiliar de Enfermería es el profesional que más trato directo tiene con el paciente, por lo tanto quien mejor conoce su estado y quien puede ver antes que nadie cualquier alteración que sufra.
Sabemos que médicos y enfermeros tienen más prestigio social, pero cada vez más se reconoce nuestra labor y los primeros que tenemos que luchar porque se nos reconozca somos todos nosotros: estudiantes, docentes, profesionales y pacientes.
El Auxiliar de Enfermería no es la persona que “limpia culos”(y disculpadnos la expresión) como muchos dicen de forma despectiva. Un auxiliar de enfermería sabe muchos más procedimientos que algunos médicos, que no los pueda hacer no significa que no los deba conocer o que no los conozca. Sois la mano derecha de los enfermeros y si preguntáis a cualquiera de ellos todos (o la mayoría), dirán que no pueden trabajar sin su auxiliar.
La enfermería es una de las profesiones más bonitas y gratificantes que existen. Es absolutamente VOCACIONAL, no nos cansaremos nunca de repetirlo.
No nos cansaremos de repetirlo porque no queremos profesionales que no les guste su trabajo, cuando no te gusta tu trabajo no lo haces bien y como Auxiliares de Enfermería trabajamos con personas, personas enfermas que se merecen el mejor trato por nuestra parte.
¿Te has planteado alguna vez que puedas ser tú el enfermo y no tengas un buen trato por parte de los profesionales? No te gustaría, ¿verdad?…
Por eso es vocacional, y es fundamental que antes de comenzar unos estudios sanitarios te plantees una serie de cuestiones:
¿Soy capaz de tratar a cualquier enfermo? De cualquier edad, de cualquier condición social, de cualquier raza, de cualquier complexión física, de cualquier orientación sexual, con enfermedades mentales de base, con toxicomanías de base, con enfermedades como hepatitis, SIDA de base…
¿Soy capaz tolerar el dolor ajeno? Es básico tener empatía con el enfermo y su familia pero guardando siempre la relación profesional entre sanitario-paciente para poder hacer nuestro trabajo de forma correcta. Es igual de perjudicial implicarte personalmente con un paciente como ser frío y distante con él.
¿Puedo soportar olores desagradables, imágenes impactantes, gritos, nervios de familiares…? En vuestra vida profesional os encontraréis este tipo de situaciones y hay que saber manejarlas. Al menos tener la predisposición para querer manejarlas.
¿Eres capaz a de limpiar a un paciente con heces, sangre, orina, pus, vómito…? Insistimos, no queremos ser desagradables sólo reales.
Los pacientes cuando están en un hospital, residencia, centro de día… no pueden realizar su vida diaria con normalidad y somos nosotros quienes tendremos que estar a su lado para asistirlos en lo que sea necesario dentro de nuestro campo de acción.
No somos criados ni limpiadores. En todos los centros donde podemos trabajar existe un equipo de limpiadores profesionales contratados para ese fin. No olvidarlo, porque hay muchos profesionales que querrán aprovecharse de que seáis el “auxiliar para todo” y no es así. Conocer vuestras competencias es muy importante.
Reciclaros: No dejéis de aprender aunque ya tengáis el título de Auxiliar de Enfermería. Todo cambia: protocolos, procedimientos, guías, medicaciones, temas que estudiasteis en su día se habrán actualizado. Haced cursos, leed artículos, protocolos actualizados, investigad por internet (hay muchas formas de mantenerse al día . Si os desfasais no haréis correctamente vuestro trabajo y no os contratarán en las empresas en las que estéis interesados. Las empresas buscan gente formada.
Y si trabajáis en un centro sanitario público tampoco abandonéis vuestra formación.
Hemos escrito este post para acercar la realidad de un auxiliar de enfermería, la realidad no es buena ni mala, solo es real. Tendréis momentos buenos y bonitos( nacimientos, bebés, altas de pacientes, familiares agradecidos, pacientes agradecidos, pacientes que salen de UCI, pacientes que superan situaciones críticas) para eso no hay que estar preparado. Para lo que hay que estar preparado y ser conscientes de donde nos metemos es para afrontar los difíciles (partos que se complican, bebés enfermos, fallecimientos de pacientes de todas las edades, familiares con crisis de ansiedad, pacientes con dolor, pacientes críticos, pacientes que os tocarán vuestra fibra más sensible…
Cada situación que superéis será un aprendizaje y os hará mejores profesionales.
Ahora os volvemos a repetir la pregunta: